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No sólo sirve para dejar la colada suave y perfumada, el suavizante también tiene otros usos alternativos. Por cierto, yo utilizo las diferentes variedades de suavizante que tiene Vernel. ¡Qué aroma!
- Como ambientador casero: en un pulverizador añade 1 vaso de agua templada, 3 cucharaditas de bicarbonato y 3 tapones de suavizante. Mezcla primero el agua y el bicarbonato y luego añade el suavizante. Y a rociar habitaciones, sábanas o cortinas...
- Para suavizar las alfombras: Hay alfombras que cuando son nuevas tienen un tacto áspero. Si quieres darles una textura más sedosa, diluye suavizante en dos litros de agua y frota la mezcla con una esponja sobre la alfombra.
- Suavizar brochas y pinceles de maquillaje: Para eliminar esa rigidez de las brochas y los pinceles basta con dejarlos unas horas en un vaso lleno de agua y un chorro de suavizante.
- Para dejar el baño impecable: Mezcla en un recipiente un vaso de agua, un poco de alcohol y la medida de un tapón de suavizante. Después limpia con la mezcla el inodoro, el lavabo, bañera y déjalo secar. Verás cómo este producto deja un aroma agradable y brillante.
- Deshacerte del papel pintado de la pared: Mezcla suavizante con agua caliente, rellena el pulverizador y rocía sobre la pared. Déjalo actuar durante unos 20 minutos y comienza a despegar el papel pintado por la parte inferior.
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