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Se puede saber mucho sobre una persona por sus zapatos, así que es una buena idea mantener los tuyos lo más limpios y brillantes posible si quieres causar una buena primera impresión. En este artículo te contamos algunos consejos sobre cómo limpiar tus zapatos de piel o cuero en casa.
Hasta hace unas décadas, no era extraño encontrarse en las ciudades del país con la figura del limpiabotas. Estos profesionales sabían cómo dar el mejor cuidado y mimo a los zapatos de piel o cuero. Este material, algo más caro que los sintéticos, es a la larga una garantía de durabilidad, ya que si se cuidan bien, los zapatos de piel pueden durar varios años.
Los zapatos de piel no solo son elegantes, sino también extremadamente prácticos ya que el material natural es respirable y duradero. ¿Pero qué tal se te da limpiar zapatos de piel en casa? Limpiar y cuidar tus zapatos no solo consiste en eliminar la suciedad, sino que busca devolverlos al máximo posible a su estado original. Si prestas atención regularmente a tus zapatos, está garantizado que permanecerán flexibles y en buen estado durante muchos años. Una vez sepas cómo limpiar zapatos de piel, descubrirás que es un material muy fácil de cuidar.
Los siguientes pasos han demostrado ser eficaces para limpiar zapatos de piel en casa.
- El primer paso consiste en utilizar un cepillo para zapatos con el que eliminarás la suciedad gruesa, que es la más visible. Si hay suciedad más incrustada, como por ejemplo barro, puedes raspar cuidadosamente los trozos incrustados o bien ablandarlos con un paño húmedo durante unos minutos, para que te resulte más fácil conseguir que se desprendan. El agua destilada es mejor que el agua del grifo para limpiar zapatos de piel ya que no contiene cal y no deja las típicas manchas antiestéticas en la piel.
- Coge un paño suave y humedécelo uniformemente (menos es más), de lo contrario la piel se estresaría innecesariamente.
- Realiza movimientos circulares y ejerce una ligera presión sobre la suciedad resistente.
Cuando la piel se humedece, es importante secarla por completo. Esto evitará los malos olores a moho y humedad, y te garantizará que tus zapatos permanezcan intactos. Consejo: Tras limpiar tus zapatos de piel o después de que hayan estado expuestos a la lluvia, rellénalos con papel de periódico. A continuación, colócalos en un lugar cálido durante unas 24 horas. No pongas los zapatos al lado, sobre ni cerca de la calefacción, ya que las altas temperaturas secarían la piel.
Una vez que los zapatos vuelvan a estar secos, ya es hora de darles una dosis extra de cuidados. Usa una esponja o un cepillo pequeño para aplicar betún o cera en los zapatos. Asegúrate de elegir un color adecuado, pero si no estás seguro, selecciona un tono algo claro, ya que las manchas oscuras son difíciles de eliminar después. La cera necesita al menos media hora para empaparse, mientras que el betún puede frotarse inmediatamente. Para un extra de brillo, utiliza un cepillo lustrador o un paño de algodón suave. Tras este tratamiento, deja secar los zapatos. En general, el cuero y la humedad no son buenos aliados y tanto tras la limpieza, como tras el uso, es bueno dejar airear y secar los zapatos.
Lo ideal sería limpiar tus zapatos de piel al menos cada dos semanas - aunque no haya suciedad visible. No te olvides de las suelas y los talones, que puedes tratar con un poco de betún o con un aceite especial para suelas. Si tus zapatos de piel van a estar en el armario durante un largo período, lo mejor es engrasarlos primero y mantenerlos en forma con una horma.
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