Trajes de baño: 5 errores a evitar para mantenerlos como nuevos

Los bikinis, bañadores y otras prendas de baño son bastante delicadas, porque están confeccionadas en buena parte por elastano, un tejido elástico que se estira cientos de veces sin deformarse y se ajusta a la figura.

No obstante, hay algunos errores (que todos hemos cometido alguna vez) que echan a perder las prendas, por no lavarlas correctamente o simplemente no tener mucho cuidado.

Estos son los 5 errores que podemos evitar fácilmente para mantener las prendas de baño como nuevas durante más tiempo:

1) Si mancho el traje de baño al aplicar el protector no pasa nada... ¡después se va con el agua!

¡ERROR! Cuando nos aplicamos el protector solar debemos hacerlo con cuidado, evitando aplicarlo en el bikini o bañador. Algunas de las cremas o bronceadores son muy grasas y dejan manchas difíciles de eliminar.

2) Me encanta entrar y salir de la piscina por el bordillo.

¡ERROR! Quizás te parezca una tontería pero en las piscinas debemos entrar y salir de la piscina por la escalera. Los roces con superficies rugosas como los bordes de la piscina, algunos bancos... dañan el tejido.

3) No aclaro el bikini tras el baño en la piscina o el mar... ¡ya lo lavaré después en casa!

¡ERROR! Es importante enjuagar lo antes posible con agua dulce el bañador o bikini tras salir del mar o de la piscina para eliminar el cloro, la sal y la arena de los tejidos. ¡Ah! Y evita estrujarlos y retorcerlos para eliminar el exceso de agua: hazlo con apretones suaves para no echar a perder el elástico.

4) Lavo estas prendas junto al resto de la colada

¡ERROR! Se recomienda lavar las prendas de baño a temperaturas bajas. Se pueden lavar a mano o en la lavadora, pero con programas especiales para prendas delicadas y con centrifugado suave. Y mejor usar un detergente específico para prendas delicadas como Perlan.

5) Para que se sequen rápido, ¡los tiendo a pleno sol

¡ERROR! Si quieres mantener los colores y el elástico de estas prendas durante más tiempo como nuevas, sécalos al aire libre, pero a la sombra y del revés, para evitar que el sol los destiña.