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La formación de grasa en el cuero cabelludo es algo normal y, de hecho, el sebo de las glándulas sebáceas es importante para dar brillo y suavidad al cabello. Sin embargo, si tu cuero cabelludo produce demasiada grasa, el pelo se te ensucia rápidamente y es posible que te pique la cabeza. En este artículo, aprenderás por qué se produce un exceso de sebo y qué puedes hacer para controlarlo.
Una de las principales causas del cuero cabelludo graso es hormonal, aunque la dieta, el estrés o un cuidado capilar inadecuado también influyen en la producción de grasa. Por otro lado, si tus raíces se engrasan rápidamente, es probable que se deba a algo genético. Ten en cuenta que es completamente normal tener las raíces grasas si ha pasado un tiempo desde el último lavado.
El cuero cabelludo graso se manifiesta cuando el cabello se vuelve graso poco después de lavarlo y las raíces parecen aceitosas. Algunas personas también sufren picor en el cuero cabelludo o tienen caspa. El cuero cabelludo graso puede provocar la caída de cabello (alopecia por cuero cabelludo graso) cuando el exceso de sebo obstruye los folículos pilosos.
Dependiendo de las causas, existen varias maneras de controlar la producción excesiva de sebo para tener un cuero cabelludo menos graso.
El cuidado adecuado de tu pelo puede ayudarte a reducir la producción de sebo. Por eso, te recomendamos que te laves el pelo con agua tibia, masajeando bien para activar las glándulas sebáceas y permitir que el exceso de grasa se elimine junto con el champú.
Los champús para cuero cabelludo graso suelen ser suaves. Encontrarás muchos productos diseñados específicamente para las raíces grasas, como el champú Long & Sublime de Gliss, ideal para raíces grasas y puntas secas. Si tienes las puntas secas, puedes usar acondicionadores, mascarillas y aceites de vez en cuando, pero evita aplicar estos productos directamente en las raíces si tu cuero cabelludo ya produce mucho sebo.
Lavarte el pelo con menos frecuencia también puede ayudarte a reducir la grasa en el cuero cabelludo. En general, lo ideal es lavarse el pelo cada dos o tres días, pero hay incluso personas que solo necesitan un lavado a la semana. Si trabajas en un entorno polvoriento o necesitas lavarte el pelo con frecuencia, utiliza champús suaves.
Si tienes el cuero cabelludo graso, es mejor no secarte el pelo con el secador o, a ser posible, usarlo con aire frío. El uso frecuente de productos capilares, rizadores y planchas puede irritar el cuero cabelludo, al igual que los tintes o las decoloraciones regulares.
Una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable pueden tener un efecto positivo en el cuero cabelludo. Beber suficiente agua, reducir el estrés y comer de forma equilibrada son hábitos muy buenos que beneficiarán a todo tu cuerpo.
Los cambios hormonales, como los que se producen durante la pubertad o el embarazo, pueden influir en la producción de sebo y provocar un cuero cabelludo graso. Si el problema persiste, puede ser útil realizar un análisis hormonal. También deberías ir al médico si se te cae mucho el pelo para tratar una posible alopecia por cuero cabelludo graso, aunque el exceso de grasa no es lo único que puede provocar la caída del pelo.
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